Comenzar con la oración de Ofrecimiento del Mes (Agosto).
Jesús les dijo a los Doce: ¿También ustedes se quieren marchar? Simón Pedro le contestó : -Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna... Juan 6:55, 60-69.
Durante la segunda guerra mundial los nazis mataron a un grupo de judíos y los enterraron en una fosa común. Un muchacho de unos doce años quedo vivo y poco a poco logro salir de la tumba poco profunda. Llamó a las puertas del vecindario pero al verlo cubierto de tierra le cerraron las puertas. Una mujer estaba a punto de hacer lo mismo cuando el muchacho le dijo: "Señora, ¿no me reconoce? Soy ese Jesús que ustedes los cristianos dicen que aman. La mujer empezó a llorar y lo recibió en su casa.
En ese momento hizo su mejor decisión por Jesús. Lo encontró llamando a su puerta y le abrió.
Jesús no es un turista, se hizo ciudadano, para quedarse con nosotros. Él no es un observador, vino a trabajar y transformar el campo, a sembrar la semilla de un mundo mejor. Desde entonces huele más a Dios. Y su pregunta, ¿También ustedes se quieren marchar?, se dirige a nosotros.
Hay muchas razones para abandonar a Jesús, tal vez, la principal es que no queremos dejar a Dios trabajar en el campo de nuestra vida. Queremos ser protagonistas y le dejamos a un lado.
Jesús todos los días de nuestra vida a la puerta de nuestros corazones en la persona del enfermo que se siente abandonado y solo, en el hambriento, en el sediento, en el pobre, en el inmigrante, en el encarcelado. El niño de la calle, la mujer maltratada, el esposo que no encuentra trabajo, el hijo o la hija que esta en las drogas o el alcohol.
No es fácil descubrir en ellos y en tantos hermanos y hermanas nuestros a Cristo presente ahí. Que la oración de hoy nos abra los ojos, oídos y el corazón para descubrirlo en los hermanos.
Reflexión en silencio y comentarios.
Del Salmo 33: Haz la prueba y verás que bueno es el Señor.
FINALIZAR CON LA ORACION COMUNITARIA DEL MES (AGOSTO).
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Hace 14 años
